La independencia de Venezuela
Simón Bolívar |
Partidarios a ultranza de proclamar una independencia absoluta para
Venezuela, Bolívar y Miranda instaron a los miembros de la Sociedad
Patriótica
a pronunciarse en ese sentido ante el Congreso Constituyente de
Venezuela, reunido el 2 de marzo de 1811. Fue a propósito de ello que
Bolívar
dictó su primer discurso memorable: "Pongamos sin temor la piedra
fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos". El 5
de julio de 1811, el Congreso Constituyente declaró la independencia y
se aprobó la Constitución Federal para los estados
de Venezuela.
La primera República se perdió como consecuencia de las diferencias
de criterios entre los criollos, de los resentimientos entre castas
y clases sociales, y de las incursiones de Domingo Monteverde (capitán
de fragata del ejército realista) en Coro, Siquisique, Carora, Trujillo,
Barquisimeto, Valencia y, finalmente, Caracas. Estaba claro que una
guerra civil iba a desatarse de inmediato, pues la empresa en cuestión
era todo
menos monolítica. Bolívar tomaría conciencia del carácter clasista de la
guerra y reflexionaría sobre ello a lo largo
de todas sus proclamas políticas.
En esta oportunidad, sin embargo, le tocó defender la República desde
Puerto Cabello. A pesar de su excelente labor política y
militar en defensa del castillo, todo fue inútil; las fuerzas del otro
bando eran superiores, y a ello se le sumaba la ruina causada por los
terremotos
ocurridos en marzo de 1812. El 25 de julio se produjo la capitulación
del generalísimo Francisco de Miranda; si bien era necesaria en su
opinión, Miranda no había consultado a sus compañeros, y la rendición
llenó de ira a Bolívar, quien, al enterarse
de los planes de Miranda de abandonar el territorio, participó en su
arresto en el puerto de La Guaira: "Yo no lo arresté para servir
al rey, sino para castigar a un traidor".
La estrategia de Bolívar fue entonces huir hacia Curazao, desde donde
partió a Cartagena, en la costa caribeña de Colombia.
El 27 de noviembre de 1811, Cartagena y otras ciudades del Reino de
Nueva Granada (actual Colombia) habían proclamado su independencia y
constituido
las Provincias Unidas de Nueva Granada. La intención de Bolívar,
arropada en el manto de un discurso deslumbrante, era encontrar apoyo en
las fuerzas neogranadinas para emprender la reconquista de la República
en la vecina Venezuela. "Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz
Caracas, escapado prodigiosamente de en medio de sus ruinas físicas, y
políticas": con estas palabras se iniciaba el Manifiesto
de Cartagena, carta de presentación de Bolívar ante el Soberano
Congreso de las Provincias Unidas de Nueva Granada, en la cual trazaba
un diagnóstico de la derrota al tiempo que ofrecía sus servicios al
ejército de esa región. Los granadinos lo acogieron otorgándole
el rango de capitán de la guarnición de Barrancas.
Bolívar libró unas cuantas batallas, incluso desobedeciendo órdenes, y bajo el mismo procedimiento inició su arremetida
hacia Venezuela. En mayo de 1813 emprendió la «Campaña Admirable», gesta que consistió en la reconquista de los territorios
del occidente del país (mientras, de forma simultánea, Santiago Mariño tomaba
los de oriente) hasta entrar triunfalmente en Caracas en agosto del mismo año. A su paso por Mérida le llamaron «el Libertador»,
y con ese título fue ratificado por la municipalidad de Caracas, que lo nombró, además, capitán general de los ejércitos
de Venezuela. Pero la Segunda República
iba a ser, en esencia, tan efímera como la primera.
Estaba claro que la naturaleza de la guerra era cambiante, lo cual no
tardaría en demostrarse nuevamente. La astucia con la cual Bolívar
intentó polarizar los bandos a través del Decreto de guerra a muerte
de 1813 ("Españoles y canarios, contad con la muerte,
aun siendo indiferentes. [...] Americanos, contad con la vida, aun
cuando seáis culpables"), no fue suficiente para mitigar las diferencias
existentes entre los ejércitos de mulatos y negros frente a la gesta
emancipadora. La furia de los ejércitos realistas, al mando del español
José Tomás Boves, forzó a los patriotas a abandonar Caracas en julio de
1814. La República caía nuevamente.
Había que repensar la situación. Después de un corto pero victorioso
tránsito por la Nueva Granada (dirigió las tropas
que ocuparon Santafé de Bogotá, sellando así la adhesión de Cundinamarca
a las Provincias Unidas de Nueva Granada), Bolívar
marchó hacia Jamaica en mayo de 1815. En Kingston se dedicó a divulgar, a
través de una copiosa correspondencia con personalidades
de todo el mundo, el propósito de la guerra que se estaba librando en el
territorio de la América meridional. Hasta entonces, el mundo sólo
conocía la versión de los realistas.
De estos documentos divulgativos, el más famoso es la Carta de Jamaica.
En ella reproduce el panorama de todas las luchas que se llevaban
a cabo simultáneamente en América, especula acerca del futuro del
territorio y adelanta la idea de la unión colombiana. Y es que la
escritura fue un capítulo importante en la vida de Bolívar. Puede
decirse que el poder que ejercía su pluma le garantizó gran
parte de sus triunfos. Revolucionó el estilo de la prosa haciendo de su
letra el reflejo vivo de sus pasiones, pensamientos y acciones. Sus
amanuenses
y secretarios convenían en que los dictados del Libertador "tenían
ganada la imprenta sin un soplo de corrección". Al mismo
tiempo, desde el despacho de Jamaica, Bolívar preparaba la nueva
estrategia para Venezuela.
Firma del Acta de la independencia |
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