Hace 100 años la Revolución rusa dio nacimiento a la primera nación socialista
Este siete de noviembre se conmemora el centenario de la Revolución
Rusa, un acontecimiento clave en el ámbito mundial, pues este hecho
histórico demostró que los campesinos, los trabajadores, los pobres de
Rusia podían desprenderse de 300 años de opresión y humillación zarista,
y acabar con el poder de la burguesía y los terratenientes.
La Revolución rusa pasó a establecer las bases para una nueva
sociedad, una que abrió los tiempos del socialismo pronosticado por Karl
Marx y Friedrich Engels, en respuesta al sistema capitalista, de
acuerdo a un trabajo publicado en el sitio de la Agencia Venezolana de
Noticias (AVN).
Ocurrida el 25 de octubre de 1917 de acuerdo al calendario juliano,
vigente en aquel año; la Revolución Rusa pasó a celebrarse el 7 de
noviembre debido a que en 1918 los bolcheviques (comunistas) adoptaron
el calendario gregoriano. Esta gesta histórica permitió a Rusia alcanzar
grandes avances en lo político, deportivo, cultural y científico.
Un febrero de esperanza
La Revolución de febrero de 1917 en el imperio ruso marcaría la
primera etapa de la Revolución de Octubre, para aquel momento Rusia se
encontraba sumida en crisis producto de la autocracia del Zar Nicolás
II, quien tres años antes había lanzado a su pueblo a la guerra contra
Alemania y Austria-Hungría, sumándose así a ser parte de la Primera
Guerra Mundial.
Según cifras reflejada en diversos medios, se estima que el Zar
Nicolás II movilizó alrededor de 15 millones de hombres a la guerra
dejando así un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las
granjas, lo que generaría una escasez generalizada de alimentos y otros
rubros.
Para 1917 los rusos trabajaban más de 14 horas al día con bajos
salarios y condiciones de trabajo precarias, estas situaciones serán uno
de los detonantes del lanzamiento a las calles de San Petersburgo de
miles de mujeres, el 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, quien al
grito de “paz y pan”, protestaron ante la crisis generada por el Zar.
Las tropas no reprimieron a la población sino que se sumaron a la
huelga. Ante esta situación, el 15 de marzo, el Zar Nicolás II abdica,
ante la falta de apoyo del Ejército.
El fin de la dinastía Romanov, que había reinado 300 años, dio paso a
un gobierno provisional presidido por Aleksandr Kérenski y un grupo de
mencheviques (la clase burguesa). En otras palabras, la Revolución de
febrero solo derribó al zarismo, pero el poder quedó en manos de la
burguesía.
El regreso a la Patria de Lenin y Trostky
Los dos grandes protagonistas de la Revolución Rusa son: Vladimir
Ilyich Ulyanov, más conocido como Lenin; y León Trotsky, quienes se
encontraban exiliados en el momento que ocurre la Revolución de febrero.
Tras conocer los hechos, Lenin decide regresar a Rusia, desde Zúrich,
Suiza de donde parte el 9 de abril de 1917, para llegar a su tierra
natal siete días después, donde es recibido por una multitud.
A su llegada a San Petersburgo, Lenin pronunció un discurso clave
para entender el devenir de Rusia. “El pueblo necesita paz, el pueblo
necesita pan, el pueblo necesita tierra. Y ellos le dan guerra, hambre,
no pan y dejan a los terratenientes con la tierra. Debemos luchar por la
revolución social, luchar hasta el final, hasta la victoria completa
del proletariado. Larga vida a la revolución social internacional”,
dijo, recordó en abril de este año la BBC.
Unos días después, Lenin desarrolló estas ideas en sus Tesis de Abril
que, según los historiadores, servirán de hoja de ruta para la
Revolución de Octubre, agrega el citado medio.
Un mes después, llegaría Trosky a Rusia, luego de 12 años de exilio por el mundo.
A su llegada lo primero que pregunta es qué posición tenía Lenin y le
informan de la orientación que éste le imprime al Partido Bolchevique,
bajo la consigna “¡Todo el poder a los Soviets!”. La confluencia entre
ambos se da en torno a la estrategia; es decir unir a los trabajadores
con los soldados –de origen campesino- y plantear que la resolución
íntegra y efectiva de las demandas del pueblo vendría de un gobierno
obrero y campesino.
Lenin y Trosky encontraron un gobierno provisional que seguía sin
adelantar la reforma agraria, y que tampoco había sacado al pueblo ruso
de la I Guerra Mundial, que eran parte de las exigencias del pueblo
ruso.
Cómo fueron los hechos
El 24 de octubre el Comité Revolucionario Militar, presidido por Lev
Trotski, ejecutando el plan de Lenin, mandó a los destacamentos de los
marineros de la flota del Báltico y a los guardias rojos a ocupar
estaciones ferroviarias, correos y telégrafos centrales, estaciones
telefónicas, bancos y puentes levadizos. Los insurgentes no encontraron
resistencia organizada. La guarnición militar de la ciudad mantuvo la
neutralidad o se unió a la revolución, narra el sitio rusopedia.rt.com
En la madrugada entre el 24 al 25 de octubre, los bolcheviques toman
el poder sin derramamiento de sangre. El gobierno, o lo que queda de él,
se atrinchera en el Palacio de Invierno. Pero el crucero Aurora desde
el río Neva lo bombardea con salvas de cañón sin munición, lo que es
suficiente para que sean rápidamente derrotados. Kerensky escapa hacia
el extranjero, agrega por su parte el portal web La Izquierda Diario.
Hora después de estos acontecimientos, Lenin pronuncia un discurso en
el Congreso, en donde propone a los países que se encuentran en Guerra
la paz, que era uno de los deseos del pueblo ruso.
“El Gobierno obrero y campesino instituido por la revolución del
24-25 de octubre (6-7 de noviembre) y apoyándose en los Soviets de
Diputados obreros, soldados y campesinos, propone a todos los pueblos en
guerra y a sus gobiernos entablar inmediatamente conversaciones con
vistas a una paz democrática y equitativa”, expresó.
“El Gobierno considera como una paz equitativa o democrática, tal
como la desea la inmensa mayoría de los obreros y las clases
trabajadoras agotadas, abrumadas y martirizadas por la guerra en todos
los países beligerantes, paz que los obreros y los campesinos rusos han
reclamado de la manera más categórica y tenaz desde el derrocamiento de
la monarquía zarista (…)”, exclamó Lenin, así lo cita el periodista
estadounidense John Reed en su libro Diez días que estremecieron el mundo.
Lenin quien quedaría al frente del nuevo gobierno, concluye su
discurso exclamando: “La revolución de los días 6 y 7 ha abierto la era
de la revolución social”, y más adelantes expresa que “El movimiento
obrero, en nombre de la paz y el socialismo, vencerá y cumplirá su
destino”.
De esta forma, el mundo fue testigo del nacimiento del primer Estado socialista.
FACILITADORA: YOLADI LOBO
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