Breve biografía de Miguel Otero Silva – A 32 años de su fallecimiento
Miguel Otero Silva
Escritor, periodista y político
venezolano. Nació en Barcelona en 1908 y murió en Caracas el 28 de
agosto de 1985. Hizo sus primeros estudios en Los Teques. Muy joven aún
se destacó en las luchas contra la dictadura de Juan Vicente Gómez.
Es una de las figuras principales de la
llamada Generación del 28, grupo de jóvenes estudiantes de la
Universidad Central de Venezuela, que insurgió contra la tiranía y
trataron de derrocarla, en alianza con gente del pueblo y algunos
oficiales jóvenes de las Fuerzas Armadas. Con la rebelión estudiantil de
1928 Otero Silva se ve obligado a salir del país. Viaja a Francia y
continúa su actividad conspirativa contra Gómez. En 1936 regresa al país
tras la muerte del Dictador.
Paralelamente a su actividad política,
Otero Silva inicia su carrera como escritor en la revista literaria de
principios de siglo Elite. De igual forma figura entre los
colaboradores de la revista Válvula, órgano de la vanguardia literaria
venezolana, cuyo primer y único número aparecerá en enero de 1928. En su
poesía está presente el tema social, expresión de sus ideas
revolucionarias y de su sensibilidad frente a los problemas populares.
En 1925 comienza también a publicar textos humorísticos con el seudónimo
Miotsi, en el semanario Fantoches.
En 1937 es expulsado nuevamente del
país, esta vez por el gobierno del general Eleazar López Contreras. En
México publica su primer libro de versos, Agua y cauce, con el subtítulo “Poemas revolucionarios”.
Regresa a Venezuela con el gobierno de
Isaías Medina Angarita, gran amigo y colaborador. En dicha etapa se
dedica casi enteramente al periodismo y la política. Todas las
experiencias en la lucha política sirvieron de base para su novela
primigenia, “Fiebre” (1939), un relato vivencial y autobiográfico.
En 1941 figura entre quienes fundan el
semanario humorístico “El Morrocoy Azul”, en el cual escribió textos en
prosa y en verso. Este periódico tuvo gran importancia tanto desde el
punto de vista periodístico-literario, como en lo tocante a la política.
Era un periódico definidamente de izquierda, aunque tal inclinación se
expresó siempre en un alto nivel de calidad. El 3 de agosto de 1943
apareció en Caracas el diario “El Nacional”, fundado por él junto con su
padre y algunos viejos amigos. Ejerce la jefatura de redacción, y años
más tarde la dirección. En poco tiempo “El Nacional” se convierte en el
diario más importante de Venezuela.
En 1955, 16 años después de su primera
novela, rompe el largo silencio literario con la publicación de “Casas
muertas”, la cual logra una excelente acogida de parte de los lectores.
En ella plantea el tema de la decadencia económica y social de
Venezuela, especialmente en sus zonas rurales, en las primeras décadas
del siglo XX, previas a la explotación petrolera.
Luego de la década 1948-1958, marcada
por la dictadura, en la que Miguel Otero Silva mantuvo una definida pero
discreta oposición, se abre una nueva etapa en la vida de los
venezolanos. Otero Silva reinicia su actividad política, logrando en
par de ocasiones el cargo de diputado de la República y forjándose una
imagen de respeto de todas las fuerzas políticas del país. En 1960
renuncia a la dirección de El Nacional, motivado a las presiones y
boicot hacia su persona ejercido por los anunciantes del Diario.
En el ámbito literario, Miguel Otero
Silva publica su tercera novela “Oficina Nº 1 en 1961. Argumentalmente
es la continuación de su anterior novela “Casas muertas”, pero con un
estilo y estructura narrativa diferente. Luego publica La muerte de
Honorio, en la cual plantea el tema de la dictadura perejimenista.
Continúa su producción literaria con “Cuando quiero llorar no lloro”
(1970), siempre manteniendo el tema social como protagonista e innovando
en sus formas narrativas.
Sus dos últimas novelas “Lope de
Aguirre, príncipe de la libertad” y “La piedra que era Cristo”, muestran
un cambio de temática y un alto nivel estético y discursivo,
equilibrando de manera magistral los elementos socio-políticos e
históricos de ambas obras. La búsqueda incesante de nuevas formas
narrativas dentro de la literatura sirvió a Otero Silva como forma de
renovación personal y como herramienta para introducir en la literatura
venezolana novedades que la mantuviesen al día.
Otero Silva recibió en vida el Premio
Nacional de Periodismo (1958), El premio de Novel Arístides Rojas
(1955), el Premio Nacional de Literatura (1956), el Premio Lenin de la
Paz de parte de la Unión Soviética (1979), entre otros.
La muerte le sorprende a los 77 años en
la ciudad de Caracas. Pocos meses después de su fallecimiento, se
incluyó su obra “Casas muertas. Lope de Aguirre, príncipe de la
libertad” en la Biblioteca Ayacucho, Colección Clásica. Aunque Otero
Silva alcanzó a ver el volumen ya impreso, la muerte frustró la idea
original de homenajear los 75 años de vida del autor, y se convirtió en
un homenaje póstumo a toda su vida y obra.
Facilitadora: Yoladi lobo
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