Joaquín Crespo
Caudillo militar, político y 2 veces presidente de la República, entre
otros apodos fue conocido como el "Tigre de Santa Inés" y "El Taita".
Hijo de Leandro Crespo y de María Aquilina Torres. Vivió su juventud en
Parapara, pueblo llanero del Guárico, donde aprendió a leer y a
escribir. Su carrera en las armas la inició en marzo de 1858 como
soldado raso en el Guárico bajo las órdenes del coronel José de Jesús,
el agachado, Donato Rodríguez y Zoilo Medrano; ascendiendo ya para el 17
de marzo de 1864 a general de brigada. El 18 de septiembre del mismo
año se casó en Parapara, con Jacinta Parejo, viuda de Ramón Silva. Su
comienzo en la vida política formal la inicio como Diputado a la
Asamblea Legislativa del estado Guárico (1864), siendo diputado
principal por el mismo estado en el Congreso Nacional (1865-1868). Al
término de su gestión como diputado vuelve a tomar las armas en contra
de la Revolución Azul (1868-1870) y se destaca como uno de los
principales seguidores del presidente Antonio Guzmán Blanco, quien lo
asciende al grado de general en jefe de los Ejércitos de Venezuela
(4.12.1871). Se puede decir que a partir de su vinculación con Guzmán
Blanco, su carrera política experimenta un vertiginoso ascenso que en
poco tiempo lo llevará a la cumbre del poder. En tal sentido, tenemos
que en 1871 fue jefe civil y militar del Guárico; segundo designado de
la Presidencia de la República (16.4.1873) y Presidente del estado
Guárico en 1874; ministro de Guerra y Marina (14.8-9.1876 y
9.12.1876-4.1.1877); encargándose además del Poder Ejecutivo en dos
oportunidades (9.12.1876-14.12.1876 y 10.4.1877-20.4.1877).
Años después fue una de las figuras claves del movimiento Reivindicador
que propugnó el retorno de Guzmán Blanco al poder (1879), siendo
nombrado jefe civil y militar del territorio federal Maracay (1880) y
presidente del estado Guzmán Blanco (1882). Postulado como candidato
presidencial para suceder en el poder a Guzmán Blanco, Crespo es elegido
por el Consejo Federal para la Primera Magistratura (14.4.1884), de
acuerdo con el artículo 62 de la Constitución de 1881. El 27 de abril,
prestó juramento ante el Congreso, correspondiéndole ser Presidente de
la República hasta 1886, fecha en que una vez cumplidas las formalidades
entrega de nuevo el poder al mismo Guzmán Blanco, a través de su
representante Manuel Antonio Diez. En tal sentido, el Congreso premió su
lealtad con el título de Héroe del Deber Cumplido, el 29 de abril de
1886. En 1888, ante la política de reacción antiguzmancista propiciada
por el nuevo presidente Juan Pablo Rojas Paúl, Crespo decide viajar a
Trinidad donde prepara un alzamiento. No obstante, la intentona fracasa y
junto con sus seguidores, es arrestado a bordo de la goleta Ana Jacinta
(2.12.1888) y trasladado a La Rotunda (Caracas), de donde sale a los
pocos días, rumbo al exilio (1889-1890).
Senador por el estado Guárico (1890-1892), se opuso al movimiento
continuista del presidente Raimundo Andueza Palacio, liderando la
llamada Revolución Legalista (marzo-octubre 1892). Una vez triunfante
este movimiento insurreccional, ocupa Caracas el 7 de octubre del mismo
año y se encarga del Poder Ejecutivo Nacional. El 16 de junio de 1893,
pone ejecútese a una nueva Constitución que establecerá en su artículo
63, la votación directa y secreta, además de períodos de 4 años
(artículo 71). En febrero de 1894, al obtener 349.447 a su favor es
electo Presidente de la República juramentándose el 14 de marzo,
gobernando hasta el 20 de febrero de 1898. Sobrio, abstemio, cojo de la
pierna derecha por herida de guerra, fiel a Misia Jacinta, no muy
escrupuloso en el manejo del erario nacional, Crespo se convirtió luego
del retiro del escenario político venezolano de Guzmán Blanco, en el
jefe supremo del Partido Liberal Amarillo y dominó la vida política de
Venezuela en la última década del siglo XIX. En 1897, apoya la
candidatura del general Ignacio Andrade para las elecciones
presidenciales a realizarse en septiembre de ese año. No obstante, la
victoria de Andrade en unos comicios electorales tildados de
fraudulentos, provoca la irrupción del movimiento armado liderado por el
general José Manuel Hernández, el Mocho, conocido como la Revolución de
Queipa. Por tal motivo, Crespo en su rol de caudillo mayor decide ser
el mismo el que ponga fin a dicho alzamiento, encontrando la muerte en
el sitio de La Mata Carmelera (Edo. Cojedes) a manos de un tirador
apostado en un árbol. Aunque siempre se ha dicho que la bala que mató a
Crespo provino del rifle de uno de los partidarios del Mocho Hernández,
sin embargo, un rumor no confirmado a través de la historia asoma la
posibilidad de que el proyectil que cegó la vida del "Tigre de Santa
Inés", hubiese sido disparado por un enemigo político infiltrado dentro
de sus propias filas. Como último aspecto relacionado con la vida de
Crespo, tenemos que al igual que muchos personajes importantes de la
Historia venezolana, estuvo vinculado a la masonería, siendo masón en
grado 33 y Gran Maestro del Gran Oriente. Sus restos reposan en el
Cementerio General del Sur en Caracas, desde el 24 de abril de 1898.
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